miércoles, 31 de diciembre de 2014

Las mejores 13 del Año!, Si las mejores 13...

El 2014 gente... No voy a comenzar con la nostalgia comun de recuerdos ingratos o hechos anecdoticos que pusieron a este año como algo sumamente especial o contrariamente trágico, para los que no ven la hora de que llegue el final del dia y pegarle una patada en el culo al 2014.
Desde mi perspectiva, el año siempre tiene buenas y malas, y a veces es mejor ver el vaso medio lleno... Los que me conocen lo saben bien a eso.

Dejemos este palabrerio inútil y vamos a lo que nos respecta a esta publicación. Las mejores 13 pelis del año, y digo las 13 porque no me gusta andar copiando los tradicionales top ten, 50, 25 o todas las listas terminadas en números comunes, asi que haciendome el revolucionario seleccione las 13 del 2014. ¿Estan de acuerdo?... And The Colantti's Award Goes to...

13 - MAURO (ARGENTINA, DIRIGIDA POR HERNAN ROSSELLI)



Opera Prima de Hernan Rosselli que llego a las pantallas argentinas con un thriller apasionante que narra como el mas puro Scorsese de Buenos Muchachos, los bajos fondos de la organizacion criminal porteña, a partir de una actividad delictiva jamas vista en cine, como lo es la falsificacion y circulación de billetes. 

12 - ATLANTIDA (ARGENTINA, DIRIGIDA POR INES MARIA BARRIONUEVO)



Córdoba, tuvo el estreno de esta magnifica película, que nos permite explorar en las mas profundos deseos sexuales y la libido juvenil, en un relato maravilloso, entretenido y con una postal sobre el sur cordobés, jamas vista antes.

11 - LA SOSPECHA (ESTADOS UNIDOS, DIRIGIDA POR DENIS VILLENEUVE)


Atrapante film sobre una temática explotada por todos lados en el cine hollywoodense, pero que encuentra en el relato, una tensión dramática y suspenso que nos deja inmovilizados hasta el desenlace, ademas de aplaudir la gloriosa caracterización de Hugh Jackman.


10 - LUCY (ESTADOS UNIDOS, DIRIGIDA POR LUC BESSON)


Belleza intacta y eterna. Scarllet Johanssen cautiva la pantalla con una película llena del mejor cine de accion, pero que pone a una mujer al mando de la revelacion de un enigma universal sobre el origen de los tiempos. La estética de Luc Besson recuerda al maestro Kubrick en 2001, Odisea en el Espacio.

9 - RELATOS SALVAJES (ARGENTINA, DIRIGIDA POR DAMIAN SZIFRON)


Algunos decian que es la mejor pelicula de la historia del cine argentino. No se si es asi, pero si se que Szifron construye un relato feroz y apabullante que narra las mas profundas conductas salvajes del ser humano y hasta donde puede llegar la oscuridad de nuestro comportamiento, en una sociedad agotada por un sistema cruel y cínico.

8 - JERSEY BOYS (ESTADOS UNIDOS, DIRIGIDA POR CLINT EASTWOOD)


Que decir del magnifico Clint. Que decir de un maestro que no tiene limites en su filmografia y que ya ha explorado todos los generos, haciendo en cada una de sus peliculas un retrato excepcional que el cine universal nunca olvidara. Esta vez con un musical dramatizado, cuenta la historia de Frankie Vallie y The Four Seasons, en un film que desempolva la rocola y fraterniza la musica con el cine.

7 - AL FILO DEL MAÑANA (ESTADOS UNIDOS, DIRIGIDA POR DOUG LIMAN)


Una refrescada para el genero de Ciencia Ficcion. Hace mucho tiempo que no se veía una digna pelicula futurista que supiera narrar una historia dinamica que no se exceda de los recursos tecnologicos.  Asi es "Al filo del Mañana", una película solida, sin complejidades y que encima nos pone al Gran Tom otra vez en una actuación ejemplar.


6 - LA VIDA DE ADELE (FRANCIA, DIRIGIDA POR ABDELATIFF KECHICHE)



La pelicula ganadora del Festival de Cannes, expone la historia de amor entre dos mujeres que no solo refleja en su interior un contenido atractivo desde la perspectiva del analisis profundo de la sexualidad, sino que propone una estetica pop de primeros planos maravillosos. La camara de Kechiche lo hace todo.

5 - PRIMICIA MORTAL (ESTADOS UNIDOS, DIRIGIDA POR DAN GILROY)


Ya escribi y avise sobre esta arrolladora opera prima de Dan Gilroy. NightCrawler es un relato filmico excelente que no solo refleja el fondo oscuro del sensacionalismo periodistico, sino que nos conduce a una apabullante critica sobre las tenebrosas y miserables vidas que el capitalismo posmoderno ha vomitado en el siglo XXI, y sin duda Jake Gyleenhaal lo expresa con una actuacion increible.

4 - 7 CAJAS (PARAGUAY, DIRIGIDA POR MANEGLIA SCHEMBORI)


Una radiografía cruda y feroz sobre los suburbios paraguayos, reflejan la historia de un joven que realiza todo por lograr algunos minutos de fama televisiva. Un thriller compulsivo combinado con algunos tintes de humor negro, eleva una vez mas al Cine Latinoamericano, ademas de componer una estetica excepcional.

3 - PERDIDA (ESTADOS UNIDOS, DIRIGIDA POR DAVID FINCHER)


David Fincher nos lleva a los mas oscuros y siniestros infiernos de la psicología humana, acompañado de una minuciosa critica al show televisivo y el sensacionalismo moderno, fascinado por las desapariciones y el femicidio.

2 - EL LOBO DE WALL STREET (ESTADOS UNIDOS, DIRIGIDA POR MARTIN SCORSESE)


Scorsese y Di Caprio vuelven a hacerlo. Una cruda y vertiginosa narracion sobre Jordan Belfort, un hombre exitoso que simboliza el fenomeno capitalista del sueño americano que retrata una vida llena de excesos y las consecuencias del enfermizo exito financiero. Nadie mejor que Scorsese para contarlo, fiel a su estilo.


1 - BOYHOOD, MOMENTOS DE UNA VIDA (ESTADOS UNIDOS, DIRIGIDA POR RICHARD LINKLATER)


La mejor película del año sin dudas. Un relato maravillos que registra la magica naturaleza del tiempo, mostrando como nunca antes en la historia del cine, como un niño de 6 años va creciendo ante nuestro ojos, hasta que lo vemos partir a la universidad con su barba juvenil y su voz grave madura. Linklater el mejor contador de historias.



martes, 23 de diciembre de 2014

Un Cronista Sensacional


“Nightcrawler” (Primicia Mortal en Hispanoamérica), se suma a mi ranking de lo mejor del año y me animo a decir que le pelea los primeros puestos a muchas de las mejores obras filmográficas del año, que dentro del mainstream hollywoodense se encuentran muchas de alto vuelo artístico. “Nightcrawler” no es precisamente perteneciente a aquellos estrenos taquilleros del llamado “mainstream” o tanques del circuito norteamericano al nivel de “Interstellar”, “Perdida” o “Al Filo del Mañana” entre otras, pero ello se da principalmente por los costes de producción y distribución que a comparación de otros films, se encuentra muy por debajo, rozando la tradición independiente o el estilo festivalero autónomo lejano a las estrellitas de un Oscar (que placer que sea así). Esto nos sirve para entender como Dan Gilroy, luego de su trabajo como guionista en “Gigantes de Acero”, se lanza a su carrera como cineasta, escribiendo y dirigiendo su primer film con recursos económicos menores a las superproducciones, y que con ellos construye un relato desafiante, arrollador y con una profunda crítica social, que no solo lo hace poco temeroso a las órdenes del mercado, sino que ahora se le abre los caminos a proyectos futuros sin duda alguna.
La ópera prima de Dan Gilroy, cuenta en su reporte con la selección afortunada del espectacular Jake Gyllenhaal, que se roba literalmente la película con una composición actoral apabullante y siniestra a la vez que nos dejara impactado. Se suman al equipo, la inoxidable Rene Russo y la joven promesa Riz Ahmed.



Louis Bloom, un ciudadano de los suburbios que se pasa las noches robando alambres y cobre que vende por monedas a las constructoras, busca desesperado de cualquier forma conquistar el éxito. Sus caminos son el paseo nocturno en auto por la oscura ciudad de Los Ángeles. Allí en la ruta encuentra su oficio: Un choque fatal sobre el puente lo encuentra casualmente y se para a ver el suceso cuando ve que un camarógrafo registra el sangriento accidente para venderlo a los noticieros. Louis descubre la forma de abrirse paso en un trabajo independiente en lo que se siente habilidoso: Ser proveedor del amarillismo televisivo norteamericano. Luego de robar y vender una bicicleta, consigue su primera cámara y una receptora de comunicaciones policiales que lo pone al tanto de todos los crímenes nocturnos que suceden en los suburbios. Comienza el show.



Nada mejor que la jungla urbana de Los Ángeles para sacar a la luz este fenómeno periodístico que ha intoxicado a la profesión y a la sociedad, desde que las noticias se volvieron un producto de mercado y diseñado como algo atractivo para el consumidor. Dan Gilroy, fiel a su título “Nightcrawler” fija su cámara en la salvaje noche de los suburbios norteamericanos, donde el crimen está presente en cada esquina, y donde la criatura miserable de Bloom se hunde hasta las más profundas miserias sociales, con el objetivo de filmar la sangre de la víctima, o el cadáver que desea el noticiero para su titular del mediodía. Al principio le resulta difícil entrenar “su ojo” para los sucesos que buscan los amarillistas noticieros, además de encontrarse con cierta competencia que al igual que él, son cronistas de fatalidades nocturnas, volviéndose todo un mundo de “profesionales” despreciables. Consigue un compañero de trabajo que lo ayuda a localizar los sucesos a filmar, y así se va perfeccionando en una supuesta estructura profesional de pseudo cronista, en su auto rojo.



Marcar el concepto de “profesional” como primer aspecto analítico del relato es importante. El personaje de Jake Gyllenhaal es un solitario “buscavidas” que se encierra en su departamento a pensar las estrategias de una mejor existencia. A lo largo del film en su ascenso laboral como camarógrafo sensacionalista, construye una ilusión de empresa recaudadora de noticias, en el que se cree el presidente ejecutivo haciendo de las leyes sociales y de la calle, leyes de mercado. La magistral caracterización cínica y psicótica de Jake, dispara mil palabras por segundo donde especifica cuáles son los “tips” del éxito económico, sacados de cursos on-line que le enseñan a diseñar planes de negocios y cuáles son las mejores opciones para construir un emprendimiento independiente. El “American Dream” traducido a algunas pautas de recomendaciones empresariales se convierte en el estilo de vida de Louis Bloom, que considera que así se lograra el ascenso en una salvaje lucha por sobrevivir, en donde el que más se ensucia gana. ¿No es tal vez una síntesis perfecta del capitalismo?. A igual que el Jordan Belfort de “El Lobo de Wall Street”, Dan Gilroy hace de su personaje un monstro despreciable e inmundo vomitado por el más cruel y salvaje capitalismo, pero que lo marca en lecturas más implícitas y con una marcada reflexión audiovisual, que desde mi punto de vista es más meritoria que la abolición capitalista de la última película de Abel Ferrara, “Welcome to New York”. “Los Profesionales” como denomina Mr. Pink a su grupo de mafiosos en “Perros de la Calle” es un elemento interesante que pone en tela de juicio, cual es el camino a recorrer en el toxico camino del exitismo capitalista, donde las leyes del mercado, son las leyes del más fuerte en realidad y que Louis Bloom representa cuando sale a la calle y no le tiembla el pulso para invadir una casa en busca de su primicia, haya muertos en la escena o no (que los haya es lo más probable). Y a raíz de esto, devenimos al periodismo como parte de este salvaje panorama de mercado, en donde los obedecimientos del dinero, pueden más que la ética o la moral, cuestiones que lo hacen a uno realmente profesional.



Es difícil de categorizar al protagonista de “Primicia Mortal” como un criminal o miserable delincuente, pero su etiqueta social cabe perfecta, porque no es alguien que necesita un arma o un cuchillo para convertirse en tal, solo necesita una cámara y ya es suficiente con eso. Para ver lo genial que es el cine y su capacidad de dialogo con otras obras, recuerdo claramente como Mickey Knox, personaje interpretado por Woody Harrelson en la excelente “Asesinos por Naturaleza” de Oliver Stone, en una escena donde en medio de la masacre de la cárcel mira al aturdido y asustado Robert Downey Jr cuando le dice “¿Pero no tengo arma Mickey?”. Entre risas Mickey le responde “Toma. Apunta y dispara con esto”. Le dio una cámara. En estos tiempos posmodernos, como también me refería en la publicación anterior de “Perdida”, la tv refleja toda una realidad distorsionada y constructora de verdades que a veces no sintonizan con la fidelidad de los hechos cotidianos. Y no hay mejor arma que una cámara para manipular esa realidad a través de su lente deformador, luego procesado de manera terrorífica por los jefes de noticias que lucran con el miedo ajeno. Solo basta con apretar REC y es como si jaláramos del gatillo de una magnum.



 “Que un miembro de la clase alta sufra el crimen de un representante de la minoría, es lo que buscamos”. Así le dice la jefa de noticias al novato Bloom cuando le explica, cuál debería ser su “ojo” a la hora de buscar noticias atractivas, espeluznantes y con la cantidad de sangre suficiente para que sea titular y su noticiero sea más morboso que el de la competencia. He aquí el punto más fuerte y logrado del film. El guion de Dan Gilroy, demuestra en pantalla los finos mecanismos de construcción de relato del más puro sensacionalismo mediático. La escena en que Rene Russo va indicando desde el control como deben manipular el discurso, añadiendo frases como “amenaza terrorífica”, “crimen atroz”, entre otras frases que acompañan el montaje visual de cadáveres en una mansión, es sencillamente espectacular. “El miedo de los medios” gana la partida y la sangre que corre en los titulares debe garantizar terror social, y asegurar el seguimiento de los casos y con ello más audiencia y para que luego de alguna forma mágica el medio encuentre la solución a los crímenes de los que supuestamente también son víctimas. La película se mete en la realidad más pura y la encontramos en cualquier hora con la tan sola acción de prender la televisión y sintonizar algún noticiero de la gran industria periodística, porque para que quede bien claro, la obra de Gilroy no es una crítica norteamericana solamente, este es un fenómeno televisivo mundial, y muy preocupante por cierto. Hay un contrapunto genial que me gustaría marcar y que es el de la relación que hay entre la jefa de noticias y el redactor del medio televisivo. Este último marcado por la educación ética y moral del deber informativo que busca la verdad y no la sangre, se convierte en la voz de la conciencia del periodismo para ser condenado y defenestrado por la vereda del frente, donde los que mandan son los directivos editoriales que prefieren tergiversar la historia en pos del rating, abandonando la función social del comunicador.  De acuerdo a estos mandamientos del “frame” y lo que se debe buscar para llegar a los números comerciales esperados, el film se condensa en la reflexión de un drama social que explora los infiernos más bajos del periodismo pero también combina lo mejor del genero de acción, con algunas escenas buenas de persecuciones y disparos, con tintes de humor negro reforzadas en la actuación de Gyllenhaal, además de la cuota del thriller de suspenso que hace al relato más ágil y con una  tensión que mantiene al espectador hasta la frase final.



Por último, no puedo dejar de otorgarle un párrafo a la performance de Jake Gyllenhaal. La evolución psicológica del personaje es de una genialidad absoluta desde lo actoral, principalmente por la perturbadora y cínica cara que me provoco bastante impresión. Su actitud fría y calculadora, toma los trastornos del Patrick Bateman de “Psicopata Americano”, y hasta en algún momento su locura se cruzaba con la sociópata del Robert de Niro de “Taxi Driver”, principalmente en el foco de ser un desecho social de una ciudad tan oscura como la Nueva York que retrato Martin Scorsese en los 70. Es espeluznante y feroz el crecimiento de la conducta psicológica de Louis Bloom, que hasta en algunos momentos no sabemos si reír o ponernos serios por lo que dice o hace.




Una obra sensacional sobre el sensacionalismo, que narra la historia de un cronista de sangre. Recomendable en todos sus sentidos, y sinceramente me costó mucho encontrarle algún punto bajo al film. Si son de esos que no ven películas piratas, les cuento que a costumbre del cine comercial en Argentina, no se encuentra disponible en las salas, asique corran a su video club amigo que seguramente la tiene (pirateada también), pero no olviden ir con el celu y la cámara prendida por las dudas: Tal vez se chocan con algún hecho callejero fatal y se encuentran con la fama repentina al otro día cuando prendan la tele porque su video es el titular del noticiero matutino. 


jueves, 18 de diciembre de 2014

Estar o no Estar, esa es la cuestión...


 
Se me ocurrió realizar una introducción con una anécdota breve antes de mi opinión sobre la última película de David Fincher. Sé que esto de las introducciones puede resultar un poco denso, pero tiene relación con el análisis del film subsiguiente y particular coincidencia, que desde mi punto de vista me pareció buena idea compartir, para que se entienda mejor mi pensamiento con respecto al argumento de la película.

Como algunos saben, soy estudiante de Comunicación Social y en estos periodos epílogos del año, comienzan a correr las dramáticas mesas de exámenes. En este particular Noviembre me tocaba rendir un coloquio de la Catedra “Política y Comunicación”. Un montón de acontecimientos graciosos sucedieron durante mi espera a la última instancia evaluativa del año, que me permitía liberarme por este año de la facultad y disfrutar de mis merecidas vacaciones, pero eso no viene al caso. Si mal no recuerdo, ese día de Noviembre era muy caluroso y estaba desde las 8 de la mañana esperando rendir y bastante desesperado por los minutos que iban pasando lentamente, recién a las 12 fue mi turno de demostrar mis conocimientos de política y que supuestamente había aprendido sobre el agitado segundo semestre de 2014.

El aula vacía y mi profesor bastante cansado como yo, me mira y me dice:
- Profesor: ¿Qué hace por acá nene?
- Yo: Vengo a demostrarle porque estuve sentado todo el cuatrimestre escuchándolo y justificando que aprobé la materia (le digo bastante canchero porque es de esos profes piolas)
- Profesor: (Riéndose un poco) Bueno, siéntese esta última vez a ver si de verdad aprendió algo usted.

Siempre soy sincero en estas situaciones y les cuento que instancias orales nunca me pongo nervioso y me tengo más fe que en un examen escrito. Así de confiado comencé mi exposición sobre el contenido del programa. Para que el lector entienda y se vaya acercando a la razón de esta anécdota sin que dé más rodeos, mi tema a exponer trataba sobre el “Marketing Político” y “Los medios de Comunicación como Videopolitca”.

Abarcando un sinfín de palabreríos conceptuales teóricos y citas de autores varios, comencé mi performance cognoscitiva sobre los temas, que ha decir verdad había leído e interesado bastante. Para referirme precisamente a la idea de las teorías planteadas le digo al profesor:

“Para darle un ejemplo de este fenómeno de mediatización política, uno de los autores nombra el hecho del 17 de octubre de 1945. Por primera vez la televisión argentina registraba a todo un sector popular y obrero ignorado durante años, y al que el sector burgues y de clase media discrimino adjudicándoles el apodo de “cabecitas negras” y “animales”. La mitad del pais no sabía de la existencia de este movimiento popular que estaba surgiendo con Perón. Eran una masa invisible que con la TV se mostraron al país.”

Y para cerrar este ejemplo ilustrativo le tiro una intelectualización teórica que sabe gustarles a los profesores, sobre todo cuando son de esos autores reconocidos y que se cansan de nombrar todo el año durante clase (bien chupamedias lo mío).

“Es prácticamente como decía Beatriz Sarlo en sus teorías profe. ‘ La televisión tiene el poder de visibilizar movimientos sociales ignorados por años, pero también sufre de una memoria efímera, nadie dura mucha tiempo en la pantalla de la tv”.

Con eso dicho pensaba que mi discurso sobre la video política había sido magistral, principalmente con la cita de Sarlo. Pero de repente el profe levanta su mirada y como hilvanando lentamente las ideas escuchadas, pone cara de “acá te largo la pregunta que te duele”. La tensión aumento como si fuera la última pregunta con Sofovich en “Los 8 Escalones”.

-Profesor: De acuerdo a la lógica que usted está diciendo, sobre que la TV es un fenómeno efímero y fugaz. ¿Qué hay que hacer para evitar ello?

La pregunta no la esperaba y en mi búsqueda profunda en el mapa mental de chamuyos automáticos que me sacaran de la presión, no encontraba una respuesta clara y evidenetemente no funcionaba mi silencio dubitativo tampoco asique dije:

-Yo: Eeeem… habría que democratizar el espacio televisivo.
Profesor: No nene, ese palabrerío político que es más mentiroso que el 1 a 1 de Menem, no es la respuesta. Es simple como la lógica de tu tema.

Mas nublado que estos últimos días en Córdoba, mi cabeza no dejaba de maquinar buscando esas palabras “simples”. La respuesta era precisa pero por diversas razones no podía coordinar mis ideas con las que el profesor buscaba que expresara y finalmente dice:

-Profesor: Hay que ESTAR nene. El que ESTA en el medio entonces EXISTE, el que NO ESTA, NO EXISTE. Es simple. Si la cámara se desintereso entonces busca la forma de ESTAR y vas a resucitar, como muchos políticos innombrables, pero algunos muy cobardes desaparecen del medio y es como si hubieran muerto o se los haya olvidado hasta que la televisión decida refrescarlos en alguna otra oportunidad.
Así de simple era. “HAY QUE ESTAR, PARA EXISTIR”. Con esa respuesta resumía todos los conocimientos aprendidos sobre el cuatrimestre de Política y lograba hacerme reflexionar sobre los tiempos modernos que vivimos, en donde la cámara tal vez es nuestra forma más efectiva de aparecer o desaparecer de la realidad pública.
Con esto recién narrado hago entender mi pensamiento sobre “Gone Girl”. Como si David Fincher con su película me estuviera diciendo que con su argumento, podría haber dado mejor el ejemplo de video política en aquel oral. Si la peli la hubiese visto antes, seguro que me ayudaba.

“Perdida” (su nombre traducido para Hispanoamérica), es una de las películas del año, según mi óptica, que viene anunciando cierto olor a Oscar y a Globo de Oro, justificando que este tipo de films siempre gustan a los juzgados de Hollywood. Y que si yo formara parte de ese exclusivo y reducido grupo de críticos/jueces, la pondría en mi lista de 10 mejores del año.

Dejando las predicciones festivaleras del cine, que en si poco hacen al arte cinéfilo, “Perdida” bajo la dirección del oscuro David Fincher está basada en la obra literaria de la autora Gillian Flyn. No está de más decir que la autora de la novela es la guionista de la película, algo para valorar y mucho por su capacidad artística de transferir a un lenguaje cinematográfico, una historia que es bastante compleja y muy difícil de sacar de su formato literario, cuestión que normalmente piensan que es simple cuando se sabe decir “pero no es nada que ver al libro”: Jamás tiene que ser igual al libro, son lenguajes diferentes.



El proyecto cinematográfico de la producción de esta historia no pudo haber caído en mejores manos. El prestigioso director del “Club de la Pelea” y éxitos comerciales y artísticos como “Seven” y la “Red Social”, una vez más suma otra obra de arte a su filmografía, principalmente por su capacidad de explorar en las más oscuras y perversas conductas y psicologías del ser humano, llevándonos junto a sus personajes, a un paseo por el más bajo de los infiernos.
En esa tonalidad oscura y dramática se presenta la historia encarnada por un sorprendente Ben Affleck (Nick Dune) y la revelación actoral de Rosamund Pike (Amy Elliot). Nick y Amy, son un matrimonio aparentemente feliz, hasta que en la mañana de un día cualquiera, Amy desaparece y comienza una búsqueda desesperada, que involucra una intensa persecucion policial llevada a cabo por una sagaz detective, además de un frenesí mediático y cámaras que ponen a la TV como un lugar de critica publica y juicio social.

Es complicado hablar de esta película, sin temer a rozar el Spoiler pero voy a intentar evitarlo así aquellos que no la vieron, al finalizar esta lectura, descargan el torrent o la ponen on-line en su mejor sitio pirata. David Fincher se encuentra con una historia llena de aristas para analizar y por ello tal vez su film sea criticado por sus 145 minutos, que en mi opinión están excelentemente aprovechados. El director parte la trama ficcional en dos partes, volviendo sobre cada una constantemente, en un trabajo preciso de edición que permitirá al espectador ir hilvanando cada situación, como si acomodara las piezas de un rompecabezas enorme. El gran mérito de ello, es que la película va mutando con los minutos y sorprendiéndonos a cada instante, atrapados en una tensión incesante, ya que lo que pensamos que era un drama, se transforma en un policial, luego en un thriller psicológico que deviene en suspenso y cierra con una oscuridad dramática de aplausos.



Al principio el personaje de Nick Dune dice hablando de su mujer: “me gustaría abrir tu cabeza y ver que hay en tus pensamientos…”. Nick Dune no lo logra, pero Fincher sí. El cineasta decididamente explora sobre la perturbada mente de Amy y desde su desaparición misteriosa comienza a diseñar todo un circo de miserias humanas que perturban a Nick, convirtiendo el mismo infierno para él. No solo es Amy, sino que develara las situaciones criticas del matrimonio y una importante mirada sobre la violencia de genero. Veremos a lo largo del metraje fílmico, como se va transformando cada personaje, rozando las situaciones más siniestras y crueles, desenmascarando el lado más oscuro que rompe con esa luminosidad que solo percibiremos al principio.



Y nada mejor que la cámara de Fincher sobre las otras cámaras, para representar ello. Con esto quiero decir que las otras cámaras, las del show televisivo se convierten en el eje central y narradora del caso, hasta superando y distorsionando el trabajo policial. La pantalla chica va mostrando los diferentes rumbos del caso, a igual que vemos los sucesos reales, percibiendo la transformación mediática que pone al sensacionalismo periodístico de fondo para aumentar el drama.
Y de aquí la reflexión central del film: La TV parece ganarle a cualquier juzgado o tribunal federal, ya que la opinión pública se encarga de condenar socialmente a los actores que aparecen en escena, llegando a tal punto de que los abogados y sus clientes se sientan en una mesa a discutir sobre la imagen del acusado, su posición ante la cámara y que es lo que tiene que decir cuando se siente en aquel programa televisivo que ven millones de espectadores. Lejos del estrado o cualquier oficina judicial, los flashes van cambiando la historia según el rating y todo se convierte en un reality show. En el que para ESTAR inmerso, solo hace falta pararse delante de cámara.



“Perdida” es el reflejo social de una comunidad perdida en el circo mediático y que más allá de la sociología que podamos analizar, deja en nuestras retinas una película feroz y desafiante que a más de uno lo impactara (como a mi).“La ultima de Fincher es para verla varias veces “, me decía un conocido cinéfilo hace unos días. Es cierto, porque los enigmas y misterios que desencadena con la construcción de sus relatos, son dignos para no solo disfrutar viéndolos cientos de veces, sino para debatirlo por horas con café de por medio.